Muchas personas recordarán la polémica renuncia de uno de los periodistas más conocidos y populares del Perú. Para las personas más maduras y mayores a comparación de muchos jóvenes es imposible que no recuerden este suceso.Y si tu eres un joven que no tuviste la oportunidad de ver este programa, ni te enteraste de lo sucedido, entonces no te puedes perder este blog que tengo para ti y enterarte de la renuncia en vivo más célebre de la televisión peruana.
César Hildebrandt, tuvo las agallas de decirle a Genaro Delgado Parker todo lo que alguna vez nosotros soñamos decirle a un jefe abusivo, pero que muchos no nos hemos atrevido hacerlo. Lo que hizo el conocido "chato" es la fantasía máxima del empequeñecido trabajador común frente a su máxima autoridad, su jefe. Es increíble como todos los televidentes del programa no se despegaron de sus pantallas, aunque ya se rumoreaba que el lunes 1 de diciembre iba a ser el último programa del "chato". Pero nadie imaginó el diálogo brutal en que todo acabaría.
Llego el día de la renuncia, pero el mismo 1 de diciembre todo se precipitó. Cesar Hildebrandt convocó a la prensa para anunciar lo que parecía una renuncia anticipada, porque su contrato vencía antes de fin de año.
Como todos sabemos el espacio del chato comenzaba a las 10 de la noche pero ese día se retrasó debido a lo que el canal llamó "fallas técnicas". Y después de la espera, finalmente apareció el reconocido periodista en un formato inusual. Hildebrandt quería tener la seguridad de poder exponer largamente las razones de su renuncia, y gracias a que se encontraban distintos periodistas, al final realizó su objetivo. El periodista se mostró intransigente y explosivo, fue sorprendente como un canal haya transmitido tantos minutos a un hombre hablando en contra de sus dueños. Gustavo Delgado hijo de Genaro Delgado Parker fue a poner orden, pero no pudo con el carácter de César. Y luego escuchamos por el teléfono a Genaro Delgado, que intentaba responder y corregir "la mala conducta" de Hildebrandt desde Miami.
Genaro Delgado lo tituló de "asalariado" y quiso poner a Cesar en su lugar diciéndole: tu eres un contratado de la empresa y tienes que someterte a los dictados de su decisión" a lo que el respondió: "Yo soy su empleado, yo soy su vasallo, yo soy una pieza intercambiable, un comodín de su ajedrez de poder y de dinero. Él hace lo que le da la gana y yo tengo que someterme, él tiene el dinero, él tiene le poder y yo soy un asalariado que tiene que callar." Y esta áspera conversación terminó así:
-Ya lanza tu candidatura no más - dijo Genaro Delgado
-¡Y tu defiende Tiwinza!- respondió Hildebrandt
A lo que Cesar Hildebrandt atribuyó, después de una pausa : "¡Creyó que me iba a paralizar!, después de las groserías de Genaro Delgado, con su tono de virrey, oliendo a naftalina. No nos quedamos ni un minuto más en este canal y el contrato que íbamos a terminar el 22, lo terminamos esta noche."
Y cuando quiso atribuir sus palabras finales, "Esto es un mensaje: lo que se viene es duro. Es duro y bravo" en ese momento se presentó nuevamente Gustavo Delgado, pero el periodista se limito a conversar con este y reaccionó de inmediato, se paró y se fue. Una imagen que muchos aún lo recuerdan como si lo estuvieran viendo en ese mismo momento.
- "No, yo ya no estoy dispuesto en esta jugarreta en la que Gustavo Delgado viene aquí a hablar y luego n vienen las groserías de su padre. Yo me retiro.(...)Después de lo que ha dicho tu padre, lo siento pero yo me retiro"
Un episodio encomiable en el ajado periodismo peruano. Los periodistas deberíamos aprender de este mensaje. Que no escribimos según la desición de nuestro jefe, sino escribimos por convicciones éticas y el compromiso con nuestro país.
ResponderEliminarUn episodio encomiable en el ajado periodismo peruano. Los periodistas deberíamos aprender de este mensaje. Que no escribimos según la desición de nuestro jefe, sino escribimos por convicciones éticas y el compromiso con nuestro país.
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